La espera pareció una eternidad. Olimpia estuvo tres torneos sin ganar un título y eso es algo imperdonable para el equipo más popular del país.
Pero ayer, en el Municipal de Comayagua, a las 9:35 de la noche, Wilmer Velásquez levantó la copa de campeón.
Comayagua, que ayer sirvió de sede final por primera vez en su historia, vibró mientras sonaba el “We are the champions” de Queen.
“Te damos las gracias, Padre, te entregamos a tí la gloria y la honra por haber ganado”, dijo Wilmer, encargado de dirigir la oración.
Cómo será de linda la gloria que hasta Noel Valladares y Walter Hernández, los más serios del plantel blanco, sonrieron al momento de recibir sus medallas.
“Es una alegría, estamos muy contentos, porque logramos levantar la copa después de año y medio de no quedar campeones”, dijo Noel Valladares.
ALEGRÍA CAPITAL
Mientras la copa Tecnoplanet daba la vuelta olímpica, el bulevar Morazán de Tegucigalpa empezaba a cobrar vida con la llegada de cientos de hinchas olimpistas.
Juan de Dios Castillo, el hombre que nunca vaciló a pesar de un mal inicio, sonrió después de darle varios besos a “la Orejona”.
Cerca de él, los uruguayos Ramiro Bruschi y Néstor Silva celebraron a su propio estilo y se desplazaron de rodillas desde el centro del campo hasta una de las porterías.
“Este triunfo se lo dedico a mi hermanazo el Falucho, quien siempre ha estado a mi lado”, dijo Bruschi refiriéndose a Silva. Y el Falucho lo abrazó...
Pero ayer, en el Municipal de Comayagua, a las 9:35 de la noche, Wilmer Velásquez levantó la copa de campeón.
Comayagua, que ayer sirvió de sede final por primera vez en su historia, vibró mientras sonaba el “We are the champions” de Queen.
“Te damos las gracias, Padre, te entregamos a tí la gloria y la honra por haber ganado”, dijo Wilmer, encargado de dirigir la oración.
Cómo será de linda la gloria que hasta Noel Valladares y Walter Hernández, los más serios del plantel blanco, sonrieron al momento de recibir sus medallas.
“Es una alegría, estamos muy contentos, porque logramos levantar la copa después de año y medio de no quedar campeones”, dijo Noel Valladares.
ALEGRÍA CAPITAL
Mientras la copa Tecnoplanet daba la vuelta olímpica, el bulevar Morazán de Tegucigalpa empezaba a cobrar vida con la llegada de cientos de hinchas olimpistas.
Juan de Dios Castillo, el hombre que nunca vaciló a pesar de un mal inicio, sonrió después de darle varios besos a “la Orejona”.
Cerca de él, los uruguayos Ramiro Bruschi y Néstor Silva celebraron a su propio estilo y se desplazaron de rodillas desde el centro del campo hasta una de las porterías.
“Este triunfo se lo dedico a mi hermanazo el Falucho, quien siempre ha estado a mi lado”, dijo Bruschi refiriéndose a Silva. Y el Falucho lo abrazó...
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